En tiempos de incertidumbre, adaptar un esquema de administración empresarial que se mantenga auténtico con su filosofía y que pueda asegurar la continuidad a largo plazo del negocio, es un verdadero desafío.

La presión que cae sobre las empresas por la situación actual puede conducir a decisiones apresuradas, como cancelación de presupuestos y la priorización de recortes de gastos, buscando posibles ahorros. Aunque estas medidas pueden ser necesarias en primera instancia, es importante tener en cuenta que ahorrar y reducir gastos no son los únicos factores que deben considerarse cuando se piensa en el sostenimiento de la empresa a largo plazo.

La innovación como factor diferencial en un modelo de recuperación permanente

Si bien es cierto que muchas empresas de Latinoamérica están esperanzadas por las ayudas que están brindando los gobiernos locales, esto puede ayudarles a mantenerse a flote durante un periodo muy corto de tiempo y quizá los alivios económicos y las bajas tasas de interés que algunos bancos han anunciado, pueden ser parte de la salida a corto plazo.

Si una empresa piensa en mantenerse activa, recuperarse y salir adelante luego de esta crisis, necesita desde ya encontrar la manera de vincular a su ADN corporativo la innovación, investigación y desarrollo.

Un ejemplo de este tipo de recuperación lo presenta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde destaca a Finlandia y Corea del Sur como países que luego de una crisis financiera devastadora, decidieron establecer políticas que buscaban el aumento en las inversiones de innovación, consiguiendo resultados excepcionales.

Estas políticas fueron las que impulsaron las empresas de estos países que hoy tienen presencia y comercialización en casi todo el mundo, lo que nos lleva a reflexionar si este mismo modelo debería escalarse a nivel empresarial y en lugar de gastar toda la energía de la organización en la reducción de costos, que es inevitablemente una primera medida, se debe desde ya pensar en distribuir los esfuerzos, dando una alta prioridad a la innovación y todo lo que conlleva.

Innovar: la mejor estrategia empresarial para hacer frente a una crisis

La recesión económica que estamos viviendo es una de las consecuencias menos deseables pero inevitable, desencadenada por la situación de pandemia actual. Es innegable que la propagación mundial del COVID-19 ha traído consigo una afectación colateral arrolladora en el crecimiento económico, al punto que la rentabilidad y la supervivencia de las empresas se ha visto amenazadas de tal manera, que ni los mejores analistas y expertos financieros hubieran podido predecir esta situación cuando realizaron sus proyecciones de lo que sería este 2020.

La realidad es que la mayoría de modelos de administración empresarial dejan en un segundo plano a la gestión de la innovación, especialmente en momentos de crisis, convirtiéndose en un campo descuidado, que se mantiene aplazado para cuando vengan mejores condiciones económicas. 

Sin embargo, la pregunta es si los gerentes y directivos en períodos de recesión económica, como el que se está viviendo, deberían descuidar la inversión y gestión de la innovación y en esa medida, cómo podrían abordar este campo de una manera equilibrada.

En este aspecto es muy importante tener en cuenta que, a pesar de los recortes presupuestarios, la clave está en entender que la gestión de la innovación se convierte en parte fundamental para que la empresa responda ante la crisis, con el fin de establecer una base sólida para el crecimiento futuro. Bajo esta línea de pensamiento, se hace un énfasis especial en hacer este proceso parte de la estrategia para afrontar el momento y se deja a un lado el pensamiento de que es algo “que tendrá resultados en el futuro”.

Innovación es el resultado del trabajo duro y no un acto de genialidad

Como muchas tendencias, el término innovación pasó de ser algo de manejo exclusivo a ser una más de las palabras que se usan con frecuencia en el argot corporativo, y tal vez no había estado tan presente en la mente de las personas como hoy.

Para ser justos, la verdad es que todo el mundo actualmente habla de innovación. Solo basta con entrar a Google o Google Trends y buscar sobre la palabra innovación: existen más 117 millones de resultados que contienen esta palabra. Pero entonces, ¿Qué es exactamente la innovación y qué significa la gestión de la innovación en las empresas?

Según la Real Academia de la Lengua, innovar significa mudar o alterar algo, introduciendo novedades, y esta palabra se deriva de la latín innovāre, que significa renovación.

Finalmente, innovación es definida como la acción y efecto de innovar o también como la creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.

Y aquí un hallazgo muy significativo: una falsa creencia que se desmiente es que necesariamente el concepto de innovación está relacionado con algo totalmente nuevo o que surgió de cero. Si bien esta si puede ser una manifestación de la innovación, no necesariamente es la única.

Por su parte, la palabra “Gestión”, según la RAE, es la acción y efecto de gestionar o administrar, y gestionar es llevar adelante una iniciativa o un proyecto.

Como resultado, la gestión de la innovación radica en su promoción sistemática en las organizaciones, de modo que haga parte de su esquema de trabajo habitual, lo que incluye tareas de planificación, organización, gestión y control.

¿Cómo saber si en una empresa se está realizando gestión de la innovación?

Las empresas que tienen en su ADN la gestión de la innovación se caracterizan por mantener un clima laboral en donde los directivos muestran un alto nivel de confianza en su equipo y en las decisiones que pueden tomar (empoderamiento).

Así mismo, estos directivos suelen estar dispuestos a correr riesgos y a veces a pensar lo impensable, esto significa que tienen un nivel superior de adaptación al cambio y son muy resilientes, con la facultad que logran transmitir eso a su equipo, de tal manera que no solo aparece como discurso, sino que crean un ambiente que permea a sus colaboradores de este espíritu.

A su vez los colaboradores tienden a desarrollar un profundo grado de identificación e interés en las ideas y en su ejecución, esto hace que estén muy abiertos a trabajar en proyectos que incluso se salen de su área habitual de trabajo, lo que para ellos es considerado como un factor de gran crecimiento profesional, por el enfoque interdisciplinario que adquiere su labor.

Estos son solo algunos de los resultados que se pueden evidenciar cuando una empresa adopta una actitud innovadora, especialmente cuando es consciente de su situación actual y ha estudiado al mercado y su entorno, de tal forma que se encuentra en busca de soluciones nuevas, tanto para las amenazas como para las oportunidades que ya conoce.

Otros aspectos que suelen identificarse en las empresas que adoptan la gestión de la innovación como factor diferencial son: aumento en la cohesión de los equipos de trabajo, tanto a nivel de proyecto como de organización, y un particular estilo de liderazgo, en donde los gerentes o directivos tienden a ser considerados con un alto grado de capacidad para estimular y comprender las necesidades de sus equipos.

Finalmente el resultado de este clima organizacional de innovación genera colaboradores más felices, más flexibles y más productivos. Los empleados de organizaciones innovadoras tienden a sentirse más valorados y a ser más leales a la organización, lo que a su vez implica una mayor flexibilidad, mayor productividad, menos ausentismo y una menor tasa de rotación.

La innovación traducida en resultados visibles

Es relativa la medida como las organizaciones miden su éxito. Sin embargo, hay algunos aspectos que para todas las empresas son recurrentes y permiten demostrar si son exitosas o no. Entre ellos, podemos nombrar mayores ventas, incremento en el valor de las acciones y crecimiento en la rentabilidad general.

Parte de estos resultados medibles de la innovación parten de una mayor eficiencia, lo que se traduce en un enfoque más estructurado para el desarrollo de productos y servicios, esto aumenta la probabilidad de que la organización mejore sus prácticas y procesos de manera continua, generando cambios efectivos y una mayor eficiencia.

Sin duda, en las organizaciones innovadoras se percibe un entorno de trabajo moderno y de alta tecnología, puesto que tienden a mantener actualizado el entorno de trabajo de sus empleados y aún en situaciones imprevistas de trabajo remoto (como la que actualmente se vive), emplean nuevas tecnologías para mejorar la eficacia y la eficiencia de la organización.

A continuación, se enumeran algunos de los resultados medibles que se producen por la gestión de la innovación como factor diferencial, especialmente en mercados emergentes como el latinoamericano:

  • Nuevos productos y servicios para alcanzar nuevos mercados.
  • Productos y servicios mejorados para destacarse de la competencia.
  • Mejora de los procesos internos para fortalecer la empresa desde dentro o para ahorrar costos.
  • Desarrollo de nuevos modelos de negocio para explotar nuevas fuentes de ingresos.
  • Marketing: un componente fundamental en una estrategia de innovación como respuesta a la crisis

El fortalecimiento de la innovación a través de la ejecución de un plan de Marketing estructurado y que haga parte de la visión estratégica de la compañía, es fundamental. No existirá éxito en la innovación misma sin una estrategia de Marketing adecuada, o incluso, si dentro de los procesos de Marketing no se aplican las condiciones de innovación anteriormente mencionadas.

Esto implica salir de la visión tradicional, yendo mucho más allá de la simple creación de conciencia del producto, o mantener en mente el control de las 4Ps (producto, precio, plaza, promoción). En el mercado de hoy, es necesario el entendimiento del deseo y la satisfacción de la necesidad de cada persona.

Y por persona nos referimos específicamente a cada ser, dejando a un lado la generalización de cliente o consumidor, para empezar a analizar cuáles son los factores que mueven sus emociones y pensamientos, y así entender las particularidades de lo que para cada uno es un motivador que posteriormente se traduzca en decisión de compra.

En esta misma línea, la situación actual juega un papel fundamental,  puesto que claramente el panorama en el que se desarrollan las compras, canales de compra y comunicación han dado un giro abrupto hacia lo digital. Con seguridad, esta condición no solo se va a mantener en el corto plazo. Lo que se evidencia desde ya es que ese comportamiento digital va a mantenerse, incluso si se reabrieran por completo todos los comercios sin las restricciones actuales.

El proceso de comercialización y distribución hoy más que nunca está sujeto a un profundo replanteamiento y sin lugar a dudas esto implicará la adecuación de mayores estándares de tecnología, en donde los sistemas automatizados para la gestión de servicios empresariales, la optimización de rutas de despacho y el manejo adecuado de los recursos y la infraestructura tecnológica cobran un valor vital para la manera como cada empresa se relaciona con sus clientes internos y externos.

Para llegar a los niveles de contacto con el cliente o los potenciales clientes que se tenían antes de la crisis, las empresas van a necesitar inversión tecnológica, en virtud de asegurar que toda la cadena de suministro y despacho es segura, y no pone en riesgo la salud de ninguno de los involucrados.

La gestión del Marketing en un contexto de innovación aborda ese reconocimiento del cliente y sus necesidades, en el marco de un mercado que impone condiciones a las cuales nos debemos adaptar con la finalidad de obtener niveles más altos de rendimiento.

Tareas y campos de acción en la gestión de la innovación

La gestión de la innovación es muy versátil y sus campos de acción incluyen:

  • Gestión futura: identificación de tendencias, oportunidades y riesgos futuros.
  • Desarrollo de la estrategia y planificación de actividades (hoja de ruta).
  • Organización y distribución de roles
  • Estructura clara de toma de decisiones.
  • Gestión de ideas: generación, desarrollo y evaluación.
  • Desarrollo de conceptos, plan de negocios, desarrollo de soluciones, prototipos, implementación y comercialización.
  • Creación de cultura que promueva la innovación.
  • Control de resultados: indicadores de gestión que permitan mediciones claras de las actividades.
  • Manejo de patentes y derechos de propiedad.
  • Gestión del cambio.

Esta diversidad de actividades que se pueden encontrar en el desarrollo de la gestión de innovación deja en claro que están interrelacionadas con todas las áreas de la empresa, convirtiéndola en un asunto que involucra a todos.

Matriz de gestión de la innovación en los diferentes aspectos corporativos de las organizaciones

La gestión de la innovación abarca todas las medidas para promover y utilizar este recurso en beneficio de la empresa. La atención se centra no solo en lo nuevo, sino también en los beneficios que actualmente posee la compañía y que son objeto de una posible mejora.

El avance más crucial dependerá de la disposición de los directivos hacia la implementación de tecnologías que les permitan a sus empresas ser potencialmente más innovadoras.

Si bien es cierto que hablar de innovación necesariamente está conectado con el uso adecuado y correcto de la tecnología, también es muy importante aclarar que ese marco se enlaza con las nuevas ideas y el aprovechamiento productivo que se les dé. Esto podría implicar la mejora, el planteamiento de una nueva forma de realizar un proceso o simplemente arrancar desde cero todo un proyecto, como la implementación de un nuevo sistema para la atención y gestión de clientes, por ejemplo. La realidad es que no hay límite en términos de innovación.

Sin embargo, es necesario aterrizar las ideas y poner los pies en la tierra, porque el complemento perfecto para las buenas ideas es un plan de realización alcanzable. Para esto, es necesario responder preguntas como:

¿Si esto se desarrolla, hará que la compañía ahorre dinero?

Si se implementa el sistema propuesto, ¿cómo va a mejorar el servicio al cliente?

En términos de Marketing, ¿es momento que la empresa piense en una plataforma que permita ejecutar acciones digitales más efectivas?

¿La organización necesita una solución que mejore la seguridad de la información corporativa?

Si no se hacen una o más de estas acciones, ¿qué riesgo tiene la compañía de no sobrevivir en un entorno comercial cada vez más competitivo y digitalizado?

La mejor forma de ver esta crisis es como una oportunidad, que permite aprendizaje y mejora. Es momento de establecer un plan que permita la correcta administración de los servicios empresariales, para lo cual el apoyo de expertos idóneos que brinden el apoyo tecnológico requerido es indispensable, permitiendo garantizar la productividad y el sostenimiento del negocio a largo plazo.

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