El Customer Experience (CX) es básicamente el conjunto de todas las interacciones que un cliente tiene con una empresa/marca, incluso las percepciones que son formadas sobre ella.
Cada interacción ofrece una oportunidad de aprender más sobre las necesidades y preferencias del cliente y así poder fortalecer la relación. El CX debe ser tomado en cuenta como un asunto estratégico y desplegado como táctico y operacional, hasta para el mismo equipo de back office. Es necesario que CX funcione como el oxígeno dentro de las empresas y que sea filosofía, cultura y práctica diaria. Esto no significa solamente ubicar al cliente al centro de todo sino que también ponerse en el lugar de éste, mirarlo como si fuera un espejo. Hay que recordar que la base de CX es la empatía, esa es la energía orgánica que todas las compañías necesitan entender y aplicar con maestría. La dinámica del mundo actual contribuye a la construcción de lo que se llama “Repertorio de Experiencias”. Internet y el mercado global cambiaron drásticamente la manera como las empresas y los clientes interactúan. Actualmente los consumidores tienen una amplia gama de opciones, expectativas mayores e informaciones que jamás tuvieron y lo que espera de una compañía dependerá de todas las interacciones que tuvo anteriormente con otras, independiente si son o no del mismo sector. ¡Todo influencia, todo! Un ejemplo simple, pero muy válido y real: si el cliente envía un correo electrónico y la empresa X responde en diez minutos, él va esperar que otra compañía haga lo mismo, pues ha agregado ese comportamiento en su repertorio. El principal objetivo del Customer Experience Management es proporcionar satisfacción a los clientes, convirtiéndolos en consumidores fieles y defensores de la marca. Con eso, el principal efecto es la publicidad que el cliente hace, principalmente, en las redes sociales. Para eso, las empresas deben Tener en cuenta las necesidades, expectativas y percepciones de los clientes. De esa forma, es posible adecuar los canales de aproximación, relación y gestión, además de fortalecer la oferta de productos y servicios. Muchas empresas están creando tracks de experiencias para sus clientes, validando solo la buena atención y la estética física y sonora del local, dejando de enfocarse en lo más esencial: ponerse en el lugar del cliente. ¿Es fácil hacer eso? No. Hoy por hoy hemos notado la importancia de que se desarrollen sesiones de experimentación con actividades donde se planteen varios escenarios y observar las distintas reacciones, utilizando los perfiles de los consumidores y sus rituales de consumo como base para la construcción de esas pistas. De igual forma es necesario que los procesos estén apoyados por herramientas tecnológicas para CX para ayudar a orquestar todas las interacciones y aprovechar informaciones inteligentes para la gestión estratégica de la empresa, creando así un círculo de valor. Aranda Service Desk, ayudará a sus clientes, usuarios o quienes toman decisiones en la organización a ser más eficientes en la administración de los servicios de TI. Las funcionalidades de movilidad y de autoservicio brindan una experiencia de usuario moderna, y permiten acceder a servicios y realizar tareas que pueden ayudar a que el usuario los adopte, y mejore su satisfacción y la productividad. conozca más de Aranda Service Desk aquí y descubra cómo puede incrementa su productividad y la satisfacción de sus clientes. Es importante entender que cada cliente es único, que se debe conocer a fondo uno a uno, acción que es necesaria para la durabilidad y éxito de las organizaciones. La experiencia es construida de forma bilateral y es realmente complicado entender la mente de las personas y sus patrones de comportamiento, pero con la ayuda de estas herramientas ya no es imposible, es por esto que es imperativo tener en cuenta hacer una inversión en estas soluciones tecnológicas. Fuente