Después de un largo periodo de aislamiento y de un punto de inflexión marcado por la pandemia, la mirada de las organizaciones y sectores comerciales está puesta en la reactivación económica. El año 2020 trajo consigo una serie de retos que aún están poniendo a prueba las capacidades y adaptabilidad de las empresas de la región. Para enfrentar la emergencia sanitaria, la tecnología y las plataformas digitales fueron fundamentales, manteniendo operativas y transformando la oferta de valor de las industrias. Ahora, en un escenario de recuperación, su papel es aún más importante.

Proceso de transformación

A pesar del complicado panorama, las circunstancias han sido una oportunidad para que las organizaciones planteen nuevas alternativas ante sus modelos de negocio y se reinventen, pues la transformación digital cobró gran relevancia y, en muy poco tiempo, pasó a ser prioridad de inversión para los líderes empresariales. Cabe resaltar que este proceso no se trata solo de adquirir herramientas e infraestructura tecnológica, sino que involucra un completo cambio en la cultura y estrategia corporativa para enfocarse en mejorar la eficiencia corporativa maximizando la capacidad de respuesta y cumpliendo con las expectativas de los clientes en su promesa de valor.

Algunas compañías ya tenían en su radar planes de implementar herramientas tecnológicas para mejorar su productividad, reducir costos y automatizar sus procesos. No obstante, la coyuntura obligó a acelerarlos. Tanto es así, que, según una encuesta de McKinsey, se estima una aceleración de los procesos de digitalización interna y externa en las empresas de 3 a 4 años debido a la emergencia sanitaria.

El valor de la confianza

La adaptación y las restricciones que aún vive la región, trajeron consigo cuestionamientos corporativos que, necesariamente, deben ser resueltos de manera ágil, preguntas como: ¿qué hacer para garantizar la productividad del trabajo remoto?, ¿cómo brindar atención virtual oportuna al cliente?, ¿qué acciones y sistemas se deben implementar frente a las nuevas necesidades de bioseguridad y privacidad de la información?

Asegurarse de encontrar una salida a todas estas incógnitas fue, sin dudas, un reto en todos los sectores, pero adoptar soluciones tecnológicas ágiles fue el inicio para encontrar la efectividad organizacional y tomar decisiones inteligentes en momentos inciertos. Entre otros alivios, se abrieron nuevos canales de interacción virtual para facilitar la comunicación, las actividades remotas se dejaron de pensar como una obligación y pasaron a ser una alternativa, el pensamiento innovador se convirtió en parte integral de las actividades de los negocios y los niveles de confianza y satisfacción se incrementaron en usuarios y colaboradores, gracias a la autogestión.

Con la proyección del regreso a la presencialidad o la alternancia, la tranquilidad de todo el capital humano depende de garantizar su salud y bienestar. Centros de comercio, entidades financieras, sistemas de transporte e instituciones educativas y estatales se enfrentan a cumplir estrictamente con protocolos de bioseguridad, controlar capacidad de aforo y procesar información relacionada a síntomas y estados de salud. De nuevo, las herramientas tecnológicas serán clave para cumplir este propósito.

¿Qué esperar?

De acuerdo a la consultora IDC, los ingresos mundiales por software, hardware y servicios de tecnología crecieron un 12,3% en 2020 y, para 2024, se estima que crezcan con un promedio anual de 17,1%. Así mismo, la proyección de reactivación económica y crecimiento en Latinoamérica es del 7,7% y obedece, en gran medida, al cambio cultural que la digitalización está impulsando en múltiples procesos de negocio. Estos son solo unos datos que demuestran que las TI se han convertido en un motor de la economía y un complemento necesario para lograr una tarea que parecía más ardua y lejana: la recuperación económica de industrias que vieron caer sus ingresos con la llegada imprevista de una emergencia sanitaria.

Ahora, se aproxima un contexto de alta competitividad para entregar a los clientes servicios que respondan a sus nuevas necesidades. Si bien se ha generado una evolución considerable, el objetivo es sostenerla y seguir buscando las herramientas digitales que empoderen a los usuarios para crear nuevos entornos de trabajo, en los que se garantice una experiencia óptima, oportuna y confiable para los usuarios, y la sostenibilidad, productividad y eficiencia de las empresas.

Conscientes de los retos de la actualidad, Aranda Software cuenta con un portafolio de soluciones integrales, confiables y flexibles para apoyar a las empresas latinoamericanas en sus procesos de transformación digital. Conócelas aquí: https://arandasoft.com/nuestras-soluciones/

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